lunes, 21 de abril de 2008

¿Te puedes callar?


Domingo. 6:50 de la tarde. Galerías Paraíso. Cines Unidos. Sala 1.
Me siento en una de las filas vacías del cine a esperar a que empiece una película que, aunque de antemano sospecho que no será nada del otro mundo, no luce tan mierdosa como la mayoría de las que hay ahora en cartelera.
A mí me gusta sentarme donde casi no haya gente. Por una razón. Yo en el cine, y lo digo frente a las cámaras y sin que me dé pena, sufro de histeria. Es decir, me gusta que la gente se quede callada, vea la película y que no ladille a los demás... mucho menos a mí.
Quienes me conocen bien saben que amo el cine. Es uno de mis pasatiempos favoritos y yo puedo ir al cine miles de veces en una semana sin fastidiarme. De hecho, cuando estuve en Freiburg im Breisgau en el 2003 fui al cine viernes, sábados y domingos durante 3 meses seguidos. Y no me pelé ninguna de mis citas "obligadas" con el cine.
Pero bue... vuelvo al tema.
A mi novia le parece que estamos sentados muy cerca de la pantalla y me dice que nos vayamos más atrás. Está bien. Al final termino por acceder, aunque sé que en la parte de atrás, que yo quiero evitar precisamente por la "gente" que ahí está sentada, lo más probable es que me ladille.
Y así fue. Y por eso escribo esta reflexión/queja.
Hay gente que parece que nunca sale de su casa, o que nunca ha ido a un cine, o que jamás ha oído la palabra "respeto".
Se apagan las luces y comienza la película. Respiro profundo y procuro concentrarme en la dichosa película.
Entonces comienza el espectáculo del gafo que está sentado atrás.
Yo sólo le oía la voz, demasiado podría decir. Pero me imaginaba su cara. Me lo imaginaba como un carajito maleducado que ronda los 15 y que se cree el dueño del mundo porque tiene 3 pelos en las bolas.
Resulta que el idiota en cuestión no para de hablar TODA la película y de reírse de las cosas menos graciosas de la película, que de paso sea dicho de cómica no tenía nada.
Habla que habla... risa que risa... habla que habla... risa que risa... comentario idiota tras comentario idiota.
¿Pero será que te puedes callar?
Me saca la piedra esta "gente". Yo voy al cine a ver una película en paz y no a escuchar tus comentarios idiotas y tu risa de gafo.
Estos tipos... y hablo de ellos en términos genéricos porque todos parecieran pertenecer a la misma especie... son de los que:
1. Ante la aparición de cualquier par de tetas en la película comienzan a mugir como burros en celo (¿los burros mugen?). Y a reírse. ¿A quién le dan risa unas tetas?
2. Ante la aparición de cualquier comentario, escena o lo que sea de tipo erótico comienzan con comentarios tipo: "Ajá... ahora te van a dar lo tuyo" o "Uy... ahora te toca mamita". ¿Esto no es una prueba más de la deformación mental causada por una época donde los valores brillan por su Abwesenheit?
3. son los reyes y señores de cualquier palabrota y comentario "malandro". Perlas como ésta: "Güéno, dale pol' coco" "Velga chamo... qué cartelúa esa vaina".
Y a medida que la película avanzaba yo me sentía cada vez más enfermo.
Por eso es que yo prefiero ir a cines donde la gente no se ponga con esas vainas, o a funciones en las que yo sé que es poco probable que haya adolescentes. Estos carajitos, porque de otra forma no se les puede llamar, suelen verse en cualquier función entre las 3:00 y las 6:00 de la tarde.
Recuerdo que hubo una época en la que me dio por ir al cine a las 11:00 de la noche. Jamás había estado tan tranquilo en un cine...
Entonces viene y se acaba la película, que resultó ser muy mala.
Entonces, yo vengo y miro hacia atrás para verle la cara al chamito que me estuvo ladillando y... !sorpresa!... me encuentro con un tipo que, para ser sincero, debe rondar los 35. Peor. ¿Qué? Cerebro frito mínimo.
Y es que no sólo me molesta la gente que se ríe y no para de hablar durante la película, sin importarle MI DERECHO a ver una película tranquilo. Además me ladilla la gente que:
1. Empieza a preguntar: ¿Y ése quién es? ¿Y por qué lo mataron? ¿Y por qué pasó eso? ¿Y ahora qué va a pasar? O sea... a ver... WATCH THE FUCKING MOVIE AND SHUT UP!!! Espera que se resuelva el "conflicto" de la película, que se desarrolle la trama.
2. La gente que le lee los subtítulos a los niños. Esto casi no me ha pasado. Pero recuerdo que una vez, hace muchos años, se me ocurrió ver una película llamada El Oso en el ya desaparecido Cine del Centro Uslar. Resulta que atrás me tocó una señora con un chamito. Y la tipa le leyó al chamito TODOS los subtítulos. !Qué ladilla!
3. La gente que ya vio la película y empieza con cosas como ésta: "Pilla esta parte" "No te pierdas lo que pasa aquí" "Mira lo que viene ahora" No... y eso que no has visto lo que le pasa ahora" O sea... SHUT THE FUCK UP AND STOP RUINING THE MOVIE !!! Yo no quiero saber qué pasa y qué viene cuándo. Yo quiero disfrutar la película y ya. No me anticipen nada. ¿Será posible?
4. La gente que sabe que no has visto la película y viene y se la da de muy graciosa y te dice el final o algo hiper súper importante. Cosas como ésta (y esto me pasó en la universidad)
Pana: Coño, ¿viste Sexto Sentido?
Yo: No. ¿Qué tal?
Pana: Chamo, arrechísima.
Yo: ¿De pana y todo?
Pana: Sí, chamo. Cagante. Qué bolas que Bruce Willis está muerto...

Gracias, pendejo. Gracias por arruinarme la película.

En resumen, y ya he hablado demasiado. Déjenme tranquilo cuando vaya al cine. Cállense la boca y guárdense sus comentarios para la sala de su casa. No me arruinen la experiencia de disfrutar de mi pasatiempo favorito.


Gracias.

1 comentario:

Bartolomeo dijo...

Saludos mequetrefe, te habla el Editor en Jefe de Rural Tex, Sir Barton (arrodillate).

Marico, hablando en serio, me recomendó el pana Keyser -de nuestro Blog- para pasar por aquí y conocerte. Después de leerte un rato concuerdo con muchas cosas. Como lo del idioma, la cinefilia, la otrografía, la pésima televisión, nuestro común gusto por el Metal y esas cosas.

Pero, como cinéfilo adicto que soy (si entras a nuestro Blog lo podrás notar), me motivó comentarte en este post porque noto que habeis sufrido muchos de los males que pasamos todos cuando vamos a las salas locales (como si no fuera suficiente el precio, la mala selección, los celulares, etc.)

La última vez que me pasó algo así, mi amigo y yo recurrimos a sacarle la(s) pistola(s) a un grupito de saboteadores que le tenían los huevos rotos a toda la sala y dejarlos en su sitio. Pero para evitar eso (sobretodo si no tiene trueno y en especial si la película es buena), hay dos opciones a las que recurro para eliminar de raiz ese peo. La primera: armate un Home Theater de lujo para simular lo más cercano posible la experiencia teatral en tu casa. Pero, si al igual que yo, sabes que por más arrecho sea tu HT no reemplazas la total experiencia cultural de ir al cine (en especial si vas con un culito), entonces, la segunda opción es segura: que te vayas a los cines de media noche que están 99% libres de Tukis y Tierruos.

¡Qué fácil es!

Acostumbro junto con los panas del Blog a ir a las funciones de medianoche del Unicentro El Marques muy a pesar que vivimos a un paso del Galerías Paraíso que mencionas, y que medianamente tiene la misma calidad tan cerca de casa. Pero a veces vale la pena calarse las colas y recorrer media ciudad con tal de ahorrarse un mal rato en el Mono-Sambil (Gal. Paraíso) por culpa de un hijo de la gran puta ordinario y mente de tostón frito.

Nos vemos en Megadeth, eso si eres tan valiente y arriesgado de juntarte con nosotros...

Buen Blog,

Saludos.

(ya puedes levantarte pequeño saltamontes)