martes, 21 de octubre de 2008

El psíquico o muerte paulatina del castellano. Primera parte

(He decidido inciar una serie de comentarios sobre el deterioro paulatino del castellano, idioma al que adoro. Ésta es la primera entrega)

EL PSÍQUICO

El otro día estaba en el cine viendo los Expedientes X y casi me da un infarto al miocardio, un derrame cerebral, un patatús, la chiripiolca, una moridera, o cualquier sinónimo de ataque repentino. ¿El culpable? Una abominación lingüística, un delito sin perdón, un esperpento de traducción, una afrenta al castellano, un crimen, un Homero Simpson, un error del tamaño de una casa que me hizo perder la concentración y del que me estuve quejando, fiel a mi naturaleza, como durante 2 días.

La película empieza y todo andaba bien. Yo nunca he sido súper fan de los Expedientes X, pero la verdad es que no había más nada que ver. Los interminables capítulos de las aventuras de Mulder y Scully que al final nunca encuentran nada me aburren como se aburren las vacas y las ovejas. En esa serie hay demasiadas insinuaciones, pero nunca ves nada. No es el tipo de serie que me gusta ver. Pero bue… ante la oferta mediocre de películas (Noches de Tormenta), ésta parecía ser la mejorcita. Las primeras escenas despiertan mi interés y me voy sumergiendo en la trama.

Es la magia del cine. Te metes en la película y casi te olvidas de que estás en un cine. Vives y sufres la trama con los personajes, siempre y cuando nada te distraiga. Y eso fue lo que me pasó. Yo por lo general no leo los subtítulos. Hablar inglés me permite concentrarme en lo que dicen sin tener que recurrir a la traducción. Pero, por mi espíritu crítico, que he dejado de aborrecer y al que he abierto los brazos, no puedo dejar de comparar lo que dicen los personajes con lo que ha puesto el traductor… Lástima que también soy traductor, criticón, y de paso he subtitulado y doblado películas. No puedo dejar de preguntarme si lo hizo bien o no, o si yo lo haría de otra forma. Pero bueno, volvamos al tema.

La película iba de lo mejor cuando a mi vista salta cual puñal la siguiente metida de pata: fulano de tal es un psíquico destacado. Yo pestañee varias veces para ver si eran cosas mías. Abrí y cerré los ojos con la inútil esperanza de que ese esperpento fuera un producto de mi crítica imaginación. Pero no. Ahí estaba. Tan campante como el chamito de 2 años sin pañales que se pasea por la sala llena de invitados mostrándose tal y como vino al mundo sin importarte nada. Yo empecé a hiperventilar y a reírme para mis adentros. ¿Psíquico? ¡¿Qué?! Cómo es posible que salgan cosas así. Yo no lo puedo creer.

A ver, en la película el FBI recurre a la ayuda de un ex sacerdote clarividente para intentar encontrar a una agente que llevaba días secuestrada y a la que sencillamente se había tragado la tierra. En inglés dicen que el sacerdote es un psychic, y con todo el derecho del mundo. Consultemos el diccionario:

Psychic: (of a person) seeming to have strange mental powers and to be able to do things that are not possible according to natural laws.

Muy bien. En inglés es completamente válido llamarlo Psychic. ¿Pero y en español? Y me refiero al buen español. Busquemos psíquico en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua:

Psíquico: (del latín psychichus). Adjetivo. Perteneciente o relativo al alma.
Psique. Sustantivo femenino. Alma humana.
Yo no encuentro por ninguna parte referencias a poderes de clarividencia en esa definición. ¿Entonces por qué el traductor cometió semejante burrada?

Primero que nada yo dudo que haya sido un traductor egresado de la carrera de idiomas. Es muy poco probable que un verdadero profesional traduzca psychic como psíquico. Y si es así que le quiten el título ya. Lo más probable es que éste sea otro error de un bilingüe con ínfulas de traductor. ¿Hasta cuándo tendré que decirlo? Ser bilingüe, trilingüe, o políglota, NO SIGNIFICA estar preparado, ni calificado para traducir. La traducción es un asunto serio. No cualquiera traduce. Y a las pruebas me remito. ¿Acaso tener martillo te prepara para ser carpintero? ¿Si yo me compro un bisturí puedo hacer cirugía facial? Digo.

Segundo, muchos malos traductores caen en la trampa del falso amigo. Esas palabras extranjeras de las que hay que cuidarse porque su parecido con otras palabras de nuestro idioma materno conduce a confusiones y errores. Por ejemplo, psychic puede que se parezca psíquico en español. Pero NO es lo mismo. ¿Qué pasó con clarividente?

Clarividente: Dícese del que posee clarividencia
Clarividencia: Facultad paranormal para percibir cosas lejanas o no perceptibles por el ojo; también la de adivinar hechos futuros u ocurridos en otros lugares.

¿No se parece más esta definición a la de psychic en inglés?

Falsos amigos hay muchos. Actually que NO es actualmente, sino más bien EN REALIDAD, eventually que NO es eventualmente, sino FINALMENTE o CON EL TIEMPO, casualty suena como casualidad en español, pero que más bien significa BAJA (Por ejemplo. Las bajas del ejército después de la batalla)… etcétera, etcétera, etcétera.

Traducir psychic como psíquico refleja que existe un profundo desconocimiento del castellano. Cada vez la gente lee menos. Cada vez la gente, y ojo que yo no me incluyo en ese paquete, se preocupa menos por hablar y/o por escribir correctamente. ¿Para qué? Total, leer es perder el tiempo. Por favor. ¿Para qué hablar bien? ¿Para qué escribir bien? Mejor tomemos cervecita.

Y yo no sé qué es peor. ¿El que el traductor haya cometido semejante atrocidad lingüística, o el que a la gente le haya parecido tan normal? Como decía mi estimadísima Yajaira Arcas, profesora de la UCV: Lo peor no es que lo escriban mal, sino que la gente lo entiende.

En paz descanse el castellano.
Esto se lo llevo quien lo trajo.

Pd. Sigan escuchando reaguetón. Eso sí que los va a ayudar a hablar mejor.

Buenas noches.

1 comentario:

Metalmatraca dijo...

JAJAJAJAJAJA..., si supieras que no le hice caso a la traducción.. pero ahora que lo mencionas... jajajaj, tienes razon.. recuerda que para muchas personas "Buffalo Bill", tenia a lazy.. jajajaja, si eso paso hace unos cuantos años que te digo ahora...