martes, 16 de septiembre de 2008

La guachafita de los conciertos


“Que sí, que no. Que sí, que no. Que sí, que no. Que tenemos todo montado, que ahora se suspendió. Que viene (insertar nombre de cualquier banda que nunca haya venido), que tenemos todo arreglado, que ya estamos vendiendo las entradas. Que ya firmaron. Que ya les pagamos. Que seguro vienen. Que ya anunciamos la fecha en nuestra página. Que ya tenemos el escenario listo… Oops… se nos acaba de caer la vaina, y justo el día del concierto. Pero bue… de consolación vienen Olga Tañón y Maná (otra vez…)

Lo anterior resume básicamente lo que suele ocurrir en este país del realismo mágico, del caos, la anarquía, el miedo, la violencia, la podredumbre, la guachafita y la tan clásica y venezolana mamadera de gallo cuando anuncian cualquier concierto que no sea de la música que la mayoría de aquí suele oír.

Ahora no me acuerdo exactamente de cuánta gente ha dicho que venía y luego la vaina no se da. A ver, tenemos: Michael Jackson, Madonna, Boy George, Ozzy, Velvet Revolver, Iron Maiden, Fear Factory, Cannibal Corpse, y un largo pero muy largo etcétera.

No hay nada que de más arrechera que tú vengas y te hagas la ilusión de ver la banda que te mueve el piso, y luego la vaina se cae. Y los desgraciados que tienen la culpa hacen como el avestruz y con emitir un comunicado que dice: “Por razones ajenas a nuestra responsabilidad (…)” o “(…) se hicieron las negociaciones necesarias, pero alguna conjura interplanetaria se interpuso” se dan por satisfechos. Y tú, el fanático, que religiosamente se compra las revistas, los discos, la funda de cama, los interiores, el jabón, la lonchera y la franela, se queda con los crespos hechos y te da una depre que sólo se puede comparar con la que te causó enterarte, gracias a un paparazzi, que la Britney tiene una de las vaginas más feas de Hollywood, que en nada se parece a lo que tu fantasía y tu gran imaginación se habían imaginado… pero eso será tema de otro momento.

Yo sufrí en carne propia una vaina semejante. Y ni me quiero acordar. Fue el 25 de agosto del 2007 cuando creí que vería a Cannibal Corpse, reyes del gore y de las canciones sobre cortar cabezas, comer cadáveres, abusar sexualmente de niños muertos y profanar tumbas con propósitos que nada tienen que ver con eso de exhumar cuerpos por motivos de investigación policial.

Resulta que estaba ahí, hice mi cola, y al final los tipos no tocaron, porque yo no sé a quién se le encajó una uña y decidió que la vaina no iba. Jamás había agarrado una arrechera más grande. Pero bue… aprender a sobrellevar las rabias y la depresión es parte fundamental del manual sobre “cómo vivir en Vzla y no morir en el intento”.

Me devolvieron mis reales y nadie asumió la responsabilidad. Lo que vino fue más bien un “tú tienes la culpa. No, mentira. La tienes tú. A mí no me culpes que la vaina fue tu culpa” entre los organizadores y no sé quién. ¿Y tú? Igualito te quedaste sin verlos.

A veces me he preguntado si Venezuela ha entrado en una especie de dimensión paralela. Una vaina parecida a la del Superman bizarro. O su equivalente en Seinfeld. ¿Recuerdan? Arriba es abajo. Abajo es arriba. Izquierda es derecha. Derecha es Izquierda. Dice good-bye cuando llega, aunque según Elaine debería decir bad-bye, porque es el opuesto del saludo gringo. Pero bue… Por cierto, hablando de Seinfeld, me muero porque algún día estrenen “Rochelle, Rochelle. A girl’s erotic journey from Milan to Minsk”.

Pero volviendo al tema… Si Venezuela entró en esa dimensión donde todo es al revés, eso explicaría porqué pasan ciertas vainas. O sea, aquí las bandas en vez de venir, no vienen.

Pero chistes malos aparte, la verdad es que el fanático se siente demasiado decepcionado. La cosa es de muy mal gusto.

Yo no sé quién tendrá la culpa, y lo peor es que nadie se responsabiliza. Pero así son las cosas.

Mientras tanto, seguiremos acumulando bandas que nunca vinieron y que jamás vendrán. Qué envidia (sana) me dan países como España donde casi TODOS los años tocan todas las bandas habidas y por haber. Y dígame Japón, donde toca desde Blink 182, hasta Anal Suffocation, pasando por Maiden, Megadeht, Anthrax, REM, Radiohead, Dimmu, Clapton, Mc Cartney, Cradle, Blind Guardian, la Alanis, Madonna, Cher, U2, los Rolling, EdGuy, ‘tallica, etc etc etc etc…

Yo miro al cielo y con ojos suplicantes le pregunto a Dios: Señor, ¿por qué nos haces esto? Oye vale, con todos los peos que hay aquí, lo que uno necesita es distraerse un pelo más, ¿no? Tráenos a Iron Maiden y nos quedamos en paz.

Amén.

Bizarro Daniel.
Hola

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