Tengo tiempo tratando de encontrar la forma más apropiada de decirte adiós, de terminar nuestra amistad. Pero la verdad es que no la encuentro. Así que mejor voy directo al grano y nos ahorro momentos de incomodidad innecesaria. ¿Para qué darle más vueltas? Creo que no hay más nada que decir. Y tampoco hay vuelta atrás. Adiós, Stephen King.
Cielos, la verdad es que nunca creí que llegaría este momento. Tantas fueron las horas que pasé leyendo tus libros y con la sola compañía de tu obra. Tantos fueron los años en los que leí y releí tus palabras. Pero supongo que todo llega a su fin. Incluso una amistad como ésta.
Pero, la verdad sea dicha, y espero que no suene muy duro... la verdad es que ahora me fastidias. Donde antes encontraba disfrute ahora sólo veo aburrimiento. Regreso a los viejos libros a ver si encuentro esa chispa que me hizo interesarme en tu obra y no la encuentro. Ha desaparecido.
Siento que te has estancado. Siento que has perdido la magia de antes. O quizás sea más bien que a mí ya no me impresionas. Sé que soy duro, pero no puedo tapar el sol con un dedo.
Ahora tus libros se me antojan demasiado largos y rebuscados. Siempre los mismos giros. Siempre los mismos temas. Ya me cansé. Ya basta. Ya no me importa que Harold Lauder esté enamorado de Franie. Ya no me interesa que Johnny Smith sea vidente. Ya no me importa que Donna sea cobarde y deje morir a Tad. Ya no me importa si los caminones que afueran esperan tienen conductor o no. Me cansé de escuchar que el gato de Louis Creed huele a tierra. Haz silencio de una vez.
Es que yo me canso de lo mismo siempre. Ya no quiero saber nada.
Y sí. ¿Quieres saberlo? Ahora hay otro escritor en mi vida. Bueno, esas cosas pasan. Al menos sus libros son más "directos" y no tan "enredados". Basta de sueños, basta de pesadillas y alucinaciones. Por ahora prefiero leer sobre juicios y demandas. Creo que contigo quemé una etapa, pero ya basta. Ahora me interesan más los jurados y los fiscales que la mansión de Salem's Lot. Shit happens.
Pero, ¿sabes? Fue bueno mientras duró. Y ¿quién sabe? Quizás algún día te extrañe lo suficiente como para volver a tu lado. Puede que llegue un día en que me levante y añore tus historias llenas de fantasmas y aparecidos y demonios humanos.
Pero por ahora... adiós.
Pero por ahora... adiós.
Adiós, amigo King.
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