miércoles, 19 de noviembre de 2008
Juega con las palabras (y jode al traductor)
Planet's Funniest Animals - Juegos de palabras
martes, 11 de noviembre de 2008
El año que viene sí
Hay tradiciones que nunca mueren, no importa cuántos años pasen. Puedes contar ciegamente con que llegadas ciertas fechas vivirás lo mismo una y otra vez. Es algo así como una versión venezolana de Groundhog day, excelente película por cierto con el insuperable Bill Murray.
Llega la navidad otra vez y pronto se escucharán en todas partes las insoportables gaitas. Carrito en el que te montes tendrá irremediablemente a todo volumen uno de los himnos nacionales de los venegorditos. Todos parecerán estar contagiados por el aire de Maracaibo, ciudad a la que jamás en mi vida pienso ir por razones climáticas, y muchos se extrañarán que de yo, espécimen alejadísimo de cualquier tradición musical latina, no soporte las gaitas. Nunca me han gustado, y a los 32 años no pienso cambiar de opinión.
Pero la gaita zuliana no es el único disco rayado que suena por estas fechas (pre) decembrinas. No, claro que no. Fieles a nuestra naturaleza venezolana no perdemos tiempo para contribuir a que se corran los rumores. Y los metaleros de Venezuela viven año tras año la misma cantaleta: el año que viene Iron Maiden. El año que viene sí. Eso está confirmadísimo.
Es la versión musical del tan esperado segundo advenimiento. Si vas a una plaza cualquiera on any given Sunday te toparás con hordas de evangélicos que con gusto te dirán todo sobre la venida de Cristo; y los más osados se aventurarán a decirte en qué hotel se va a quedar. Asimismo, si visitas cualquier foro metalero de venezolano a mediados de noviembre o a principios de diciembre te encontrarás lo mismo de todos los años. Es increíble, pero este rumor no pela. Lo peor de todo es que la fuente original se pierde en una enredada maraña de lazos consanguíneos y de amistades lejanas. Entonces nunca puedes dar con el tipo que está jugando con tus sentimientos. El otro día estaba en una fiesta y me encontré con un pana que es amigo de un primo de un tipo que hace como 10 años trabajaba de conserje en Evenpro y le dijo que una pana de él, que estaba casada hace tiempo con un conocido de uno de los cerrajeros de Solid Show Productions, y me dijo que parece que es posible que quizás que tal vez que vamos a ver que Dios mediante y si se da la alineación adecuada de planetas, estrellas y auroras boreales Iron Maiden podría venir.
Yo de incauto he caído un par de veces. Pero no más. Ya basta. Creo que así no se juega con los sentimientos de los demás. Tú no puedes ir por ahí alimentando las esperanzas de los demás para después dejarlos caer desde lo más alto de sus sueños. Sé que sueno exagerado, pero sólo un fan de Maiden sabe lo que se siente ver que Harris & Co. visiten cada 2 años Argentina y Brasil, y que a nosotros nos parta un rayo, al igual que al resto de Latinoamérica. Total, igual traemos a Olga Tañón, otra versión del Groundhog day, o a My Chemical Romance. ¿No? Gracias y un efusivo FUCK YOU.
No sé. Yo he llegado a sospechar que los mapas de Sudamérica en Inglaterra deben tener nada más Argentina y Brasil. De otra forma no me explico estas Southamerican legs de Iron Maiden. O es eso, o Rod Smallwood más nunca ha podido encontrar a Caracus… es que ni en el Google Earth debe aparecer. La ciudad que se tragó la tierra.
Aunque debo admitir haber vivido (sufrido) estos rumores sobre la visita de Iron Maiden me ha hecho madurar. Digamos que antes hiperventilaba cada vez que se oía la misma cantaleta. Ahora más bien me lo tomo con filosofía y respiro profundo.
A mi modo de ver es una situación en la que sólo podemos ganar. Si vienen, excelente. Si no vienen, entonces todo seguiría igual. Nada perdería. Claro, sería triste tener que pasar por eso otra vez. Pero es como la persona que ha aprendido a que las cosas le den igual. Total, ¿qué es una raya más para un tigre? Nunca los he visto, y la verdad es que no quiero morirme si nunca los veo.
Pero no niego que una parte de mí se siente tentada a dar crédito al rumor de todos los años, sobre todo porque Maiden sí vuelve a Latinoamérica el año que viene. Algo es algo, ¿no? Es como el niño que descubre que Santa no existe, pero que en el fondo guarda un trocito de esperanza porque quiere creer que el milagro sí es posible.
Y debo admitir que si llegaran a anunciar que sí vienen, tendré que congelarme en una cámara criogénica hasta la fecha del concierto. Sencillamente no creo que aguante la espera. Algo así como el capítulo de South Park en el que Cartman se congeló para esperar la salida a la venta de Wii.
Mientras tanto a seguir esperando resignado tras bastidores a que se desinfle el rumor al ritmo de tu gaita favorita.
Feliz Navidad.
martes, 4 de noviembre de 2008
Metallicus interruptus o Carcass en Caracas
Pero mi propósito no es dar una pseudo clase de educación sexual, materia en la que ustedes me imagino que estarán hiper versados, sino más bien decir sin tapujos que así me quedé después del concierto de Carcass. Metallicus interruptus o comegatus interruptus. Llámenlo como quieran, pero lo cierto es que yo me quedé pidiendo más, y todos los que estaban ahí también.
No quiero entrar en muchos detalles sobre lo previo al concierto. Pero si quiero decir que sorpresivamente la entrada fue muchísimo más ordenada de lo que yo me había imaginado en un concierto comegatísimo como ése. La cola de verdad que no duró tanto como el día de Testament, y, a pesar de la lluvia, el tiempo se me pasó rapidísimo. Claro, yo andaba con mi pana Angélica, a quien debo decir que se ha convertido en otra comegato más, y quien como el día de NIN amenizó mi espera con una larga y tripeante conversa.
La verdad es que tenía años que no veía tanto comegato junto. Pero no me refiero a los casual wannabe comegatos que se ven por ahí con sus cutres franelitas y su cara de que quiero ser pero no soy. No. Me refiero a comegatos en serio. De esos que no salen antes de que caiga el sol. De los que tienen original el Extreme Aggressions de Kreator y el Beneath the Remains de Sepultura en vinilo, y una franela más gris que negra de Pestilence o de cualquier grupo de Black metal noruego cuyas siglas no se entienden y cuyos temas cubren tópicos tan variados como sacrificar monjas finlandesas empalándolas en una mata de bambú o moler en el 1-2-3 de la cocina un perrito y llevártelo de merienda en tu custom made comegato lunchbox. Esta fauna urbana casi no se ve por las calles, y asumo que pasarán el resto del año en ultratumba o algo así. Pero ese día se dieron cita en el estacionamiento de la Casa del Artista y debo confesar que al lado de ellos me sentí de lo más pángolo. Pero bue… eso será tópico de otro momento.
La primera crítica que me toca hacer es, y vuelve el perro arrepentido, para la (des)organización. La entrada estaba pautada para las 6 de la tarde, pero siendo ésta Venezuela, país del realismo mágico y territorio de lo imposible, terminamos entrando 2 horas después. O sea, a las 8 de la noche. Pero la verdad es que nadie se quejó. Y me imagino que será porque todos estamos (lamentablemente) acostumbrados a la impuntualidad y al caos.
El sitio no era ni tan grande ni tan pequeño como yo me había imaginado. Pero la tarima si se me hizo como que diminuta para un toque de metal. A un lado había baños de esos portátiles y del otro lado había un venta (asalto) de pizza a 7 mil Bs. la rodaja. Sí, ya está. Dame 3 que está barato. Lo que sí me gustó es que a diferencia del cumpleaños que resultó ser el concierto de NIN aquí sí vendían cerveza. Aún no entiendo el porqué de la piñata del Poliedro, pero bue…
Pasan los minutos y salen los primeros teloneros. Los tipos de Serpent of Christ, que iban a telonear a Cannibal Corpse, otro toque que quedó en Metallicus Interuptus, con el agravante que esa vez ni la camisa te dejaron quitar. A mí sí me gustó lo que los tipos tocaron, salvo la confianza del cantante para con el público. ¿Cómo describir el sonido de esta banda para los no entendidos? Imagínense el sonido de un taladro abriendo una tronera en una calle, un avión despegando, un tipo montado sobre un gato, el Metro pasando, Capitolio a las 6 de la tarde, y un succubo con carraspera. Así suena. Se me antoja que los de Serpent tocaron como que mucho para lo que la gente los conocía. Pero bue…
Pasan los minutos y sigue llegando gente. Cervezas van y vienen y yo me voy alegrando de que no haya tanta gente como el día de Megadeth. La verdad es que ese día yo temí que me fuera de desmayar porque hubo momentos en los que me faltaba el aire. Pero aquí no. O sea, había gente, pero también espacio para moverse.
Salta Kruger al escenario. Recién me entero de que el cantante es el dueño de Melomaniac en Chacaíto y que fue él quien trajo (?) Cannibal Corpse. Bop.
Yo me preguntaba de qué iba la música de esta banda que llega, según su eslogan, 18 años de Perversión. Y la respuesta no tardó en llegar. Saltan al escenario 5 tipas en tanga y empiezan a meterse mano. Eh… what? Mano por aquí, mano por allá, besito por ahí, besito por allá. Ah, ok… eh… what? Ésa fue más o menos mi reacción. La “actuación” de las tipas iba acompañada por esa música que es impelable en cualquier self respecting porn movie. El momento más alucinante fue cuando lanzaron condones después de habérselos frotado por donde, para citar a Zapato 3, la piel es suave, suave, suave, bien suave donde tú sabes. Pero bue…
Lo de Kruger es parecido a lo de Serpent, o al menos ésa fue la impresión que a mí me dio. La diferencia está en que el cantante no tiene tanta voz de monstruo come galleta, sino es más parecida a la de Dani Filth de Cradle of Filth. Suena algo así como si alguien estuviera pisando un gato y grabando los chillidos.
Entonces, sobre eso de las 10:15 p.m., con 2 horas de retraso (en esta parte pueden cantar el “en Venezuela…”) salta Carcass al escenario. Yo, a pesar del interruptus de la cosa, me la pasé como un enano. Nunca había visto una vaina TAN brutal. El sonido, para mi grandísima sorpresa, fue hiper recontra súper arrechísimo. Estaba hiper duro y eso siempre se agradece.
La entrega de los tipos de Carcass fue total. Pero también tengo que decir que mucho de eso se debió a la típica reacción del público de aquí, y del latino en general. Todo el mundo sabe que banda que pisa Latinoamérica, banda que se va diciendo que aquí la gente es arrechísima y súper apasionada en los conciertos. Bueno, tan apasionado es el público que llenaron de coñazos a varios en las ollas.
Hablando de la olla. Yo me metí como 5 segundos en varias y estaba muerto de la risa. La verdad es que la euforia se apodera de uno y te conviertes en otra persona. O sea, quien me conoce sabe que soy súper tranquilo, pero en ese toque se me salió el metalero y bue… la descarga buen proverbial. Gracias Abel por marcar el ritmo del headbanging.
Yo me emocioné súper cuando la gente, al igual que en Megadeth, empezó a corear: Oe oe oe oe Carcass Carcass… Oe oe oe oe Carcass Carcass, y la cara de agradecimiento y sopresa del cantante dijo más que mil palabras. ¿La respuesta? Sacar una banderita de Vzla (misma) con un letrero en el color amarillo que decía Carcass. Se agradece.
Ahora me toca hablar, brevemente, del punto negro y triste de la noche. Carcass llegó a tocar 10 temas en poco más de una hora. ¿La razón? El concierto fue cortado (interruptus) antes de que llegaran a las 15 que estaban pautadas.
La policía antimotines llegó y se acabó lo que se daba. ¿El motivo? Pues después de leer mucho por aquí y por allá encuentro la explicación definitiva. Algunos de los energúmenos, que nunca faltan, que estaban afuera, y que no tenían entrada, empezaron a lanzar botellas y piedras para adentro en un intento cavernícola de que los dejaran entrar por las malas. E, igual que con Cannibal Corpse en Bogotá, la policía decidió ponerle un parao a la cosa antes de que la vaina saliera de control.
Yo, la verdad sea dicha, no me quedé tan triste porque descargué demasiado y me parece que 10 temas, aunque iban a ser 15, tampoco son taaan poquitos. Pero yo me pregunto si lo mejor no habría sido caerles a coñazos limpios a las bestias que estaban jodiendo afuera y dejar a los que estaban adentro tripear en paz. Pero así son las cosas.
De todas formas agradezco desde aquí a Carcass por semejante demostración de brutalidad comegato. Y también a mis panas por descargar conmigo.
Keep on (rotting) rocking in the free world.
Larga vida al metal.